Se me escapó de las manos y vi cada centímetro de la caída hasta el piso. En una décima de segundo pensé que por suerte no era donde pensaba, pero entonces empezó a moverse como atraída por un iman oculto. Traté de frenarla, pero ella fue mas veloz que mi pie.. Hasta que la vi desaparecer por el hueco del ascensor.
Y no se si por saber me la busqué, o era solo una premonición.
Y no, en el edificio no tenemos portero, asi que me toca esperar al servicio del ascensor para recuperarla.
Ahora espero que mi otro temor, ese de tirar la llave junto con la basura en el contenedor no se cumpla nunca..!
En ese caso no tendré ascensorista ni alma bondadosa que me salve!
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