Despertador a las 7 para aprovechar las primeras horas de la mañana que nadie aprovecha. Una caminata en la playa con Maia -alias Puppy- en la espalda para desayunar a orillas del mar algún capuchino con cornetto (mientras pienso, después no te quejes si no bajas de peso!), la caminata de regreso comprobando que ese día el agua esta perfecta para Puppy y preparar todo para hacerlo, mientras sentimos los grititos de felicidad apenas le ponemos los pies en el agua.
Refugiarnos abajo de la sombrilla hasta que el mar hace efecto y la deja en ese estado de gracia mientras ocupa toda la cama de playa que hasta el verano pasado era toda para mí. Aprovechar esa horita para ir al mar yo también, o leer algún libro o simplemente no hacer nada !
Volver a casa cerca del mediodía y preparar en 5 minutos un almuerzo com pomodoros con albahaca, mozzarella de bufala doc, melón, jamón... mientras Puppy se come la fruta contenta.
Otro baño para ella esta vez en el jardín, una siesta y de nuevo la bajada al mar para otro relax, otra siesta, y algo de sol.
Maia se llenó de amiguitas, nenas que creen que es una bambola (muñeca) y se olvidan por momentos que es solo una bebé, pero que a veces hasta son de ayuda sobretodo si les digo que son su babysitter preferida.
Ahora volvimos a Roma, solo por dos días que prometen ser agitados, y mañana partimos de nuevo, esta vez a otro mar para el que estoy juntando respiro...: Cerdeña.
Al regreso creo que podré contarlo solo con fotos!
Labels: Mardevientos, Personal