Thursday, November 09, 2006
posted by marquiroga at 11:46 AM

Quien hubiera dicho que una de esas cosas que de chica odiaba tanto, tanto que me quitaba las ganas de sentarme en la mesa a cenar, o hasta me provocaba dolor de cabeza, ahora, muchas veces se convierta en una elección..

Es cierto, los gustos cambian, pero si yo odiaba cuando a la hora de la cena mamá o papá encendían la TV para ver Grandes Valores del Tango de Soldan o La Botica ... de Bergara Leumann (para quienes no saben de que hablo, eran programas con conductores que en ese período veía como viejos viejos, de un programa donde se cantaba tango, viejos y nuevos interpretes), cómo es posible que hoy el tango me guste de verdad?

Para mi significaba, sin duda, el peor momento de la semana, con el super bonus que a esa hora, por ser la hora de la cena, era imposible escapar de la cocina lejos de la imagen y el sonido del la tv y taparme la cabeza con la almohada para no escuchar! Entonces era condenada a ver todos los programas, tanto como veíamos Chips, o la Mujer Maravilla, pero claro, agregando ese saber amargo que el tango me provocaba..

Hoy, a pesar de tantos dolores de panza, escucho tango por elección y no por obligación, no ese de las décadas del 50-60-70
, mas bien el nuevo, mucho más instrumental (o electrónico) que el tradicional, y siempre me aseguro de tener en el auto los cds de Gotan Project o de Bajofondo, y algunos otros, y ni hablar de cuantas veces lo recomiendo a amigos (también los hice escuchar por acá alguna vez).

Y claro, todo este amor tiene mucho que ver con la nueva moda del tango o quizas es un fueguito que se enciendo por estar lejos?. Si enciendo la tv italiana, en mi desesperado intento de escapar de los reality shows, no pasa nunca más de media hora sin escuchar algunas notas tangueriles: que una publicidad de combustibles, otra de alcohol (el que se bebe), la cortina de un programa politico, la presentación de una investigación, la escena de un film europeo.. Practicamente todo suena a tango!!!



Y no es por nada que hace unas semanas atrás terminamos en un festival organizado por la alcaldía de Roma, el Buenos Aires Tango, donde pude comprobar que por esta parte del mundo, esa música que odiba, es mucho más que una moda, mientras miraba, sorprendida, como más de 100 parejas bailaban al ritmo del 2 x 4.
Lo de los broches no es otra cosa que una "argentinada" de pianista!

Ese mismo día tuvimos la oportunidad de escuchar a Aureliano Tango Club, un trío de alma cordobesa, con sonidos excelentes, que suelen sonar en Pan y Arte, Boedo (Bs As, claro!).

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