Friday, October 13, 2006
posted by marquiroga at 3:24 AM

No me acostumbro, no me quiero acostumbrar.
En mis venas corre sangre, no hielo.
Aprendí desde chiquita a abrazar a las personas, a apoyar mi mano sin verg
üenza y con confianza sobre casi todas las personas que tengo cerca.
Entonces, cuando veo que alguien no es capaz de hacerlo, ni siquiera de expresar con palabras una palabra diversa al protocolar arrivederci en el momento que un comentario es necesario, me hace casi entrar en crisis.
Que hay de malo en saludar con un beso a tu propio hermano o hermana, en abrazar a tu hijo o a tu padre, en hacerle una caricia a la espalda.
Terrible es no saber hacerlo.




Labels: ,