Hace unas semanas recibí un mail de Silvina (con quien nos "seguimos los pasos"), donde me preguntaba si tenía ganas de responder algunas preguntas espontáneas, como un estilo informal de entrevista. Me sentí alagada (muchísimo), estiré los dedos y respondí.
Ayer publicó esa entrevista, y a pesar de saber que eran mis palabras, me pareció que leía a otra persona, que esa no era yo. Y me di cuenta, tal como le dije en el comentario, que mis palabras, mis respuestas habían tomado vida propia, (un poco alimentadas por Silvi).
Digamos que me ayudó a verme a un espejo donde por instantes me costó reconocerme, pero después de un poco dije, Upsss, esa soy yo!, esa es la imagen que reflejo!.
Y justo en ese momento hice la primera blog- catarsis que dije que no quería hacer, y tambien en ese caso de desilusiones (si Beatriz, lo escribo con S, que burra!), las palabras volaron y mostraron una angustia que no es tan grande como parece...
Gracias a Silvina que me hizo descubrir esa Marcela inquieta, y gracias a quienes en el anterior post me aconsejaron mantener los brazos siempre abiertos!
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