- No te preocupes, me desilusionaste, pero como no es la primera vez, el dolor es menor y pasa sin penas ni olvido..
El primer lugar en el podio ya lo ocuparon antes, Esa vez si que hizo mal, pensé mil veces buscando los motivos como una adolescente, y nunca los encontré. La segunda vez la herida fue menor. Tu puesto podría ser el cuarto: P, L, A, P, M.. Crees que por eso te puedo dar una medalla? No!! pasaras a la historia sin ni siquiera ocupar una hoja en el libro de mi vida!
Eso debería decirle a mi última desilusión, que absurdamente se que no será la última.
Porque, como dice Massimo, en muchas cosas soy casi ingenua.
Pero cómo no ser ingenua con la amistad? Cómo no dar todo? Es necesario aprender a dar en medidas, para no caer un día en la desilusión. No, yo no puedo, no quiero aprender.
Y así me encuentro después de 5 años, tratando de desatar ese nudo que ajusté días antes de venir a Italia cuando alguien usando me dijo "no hagas comunidad, integrate, vayas donde vayas". Lo hice, orgullosa, y me sirvió... aprendí muchas cosas, menos a dar con cuenta gotas, a ser distante, a estudiar a las personas.
Y por eso de a poquito me doy cuenta que no fue difícil integrarme pero que si me cuesta caminar con su marcha y jugar con sus armas. Entonces los miro desde lejos, los entiendo, pero decido no jugar su juego, me giro y busco árboles con mis mismas raíces, la misma cultura, el mismo modo de pensar.
Y cruzo los dedos, para poder alejarme de a poco de esas potenciales desilusiones.
Perdón Nan por continuar a sumar tristezas a tus descansos lavorativos, pero tenía que desahogarme!
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