Tuesday, April 24, 2007
posted by marquiroga at 1:20 AM

Mi relación con las cremas nunca alcanzó niveles de importancia.
Conmigo nunca pudieron ni la loción limpiadora, la exfoliante, el tónico, la crema de día o de noche, o la del contorno ojos, la de las manos, de los pies... Mi ritual de frente al espejo se limita a lavarme la cara con agua (maquillaje no uso casi nunca, asi que ni siquiera esa parte me toca) y ponerme un granito de la primera crema que aparezca de frente.

Mi límite fue, desde siempre, solo dos: una para el cuerpo y otra para la cara, que, aclaro, no siempre tengo.


Hace un par de meses decidí ceder un poco a esa fiebre consumista y teniendo en cuenta la edad que tengo sobre la espalda, llegué a la caja de la perfumería con dos potecitos de crema para la cara, uno para las exigencias del día y otro para las de la noche, tratando de convencerme que en algo podían cambiar(me). Pero ni siquiera teniendo las dos de frente al espejo respeto los horarios, y quizás esta sea la última vez que lo intente.


Pero el máximo de mi atención dedicada a las cremas en general lo pude verificar cuando hace dos semanas, y con un envase de crema a la mitad que usaba para manos y cuerpo, descubrí que llevaba mas de un mes usando una
crema limpiadora para la cara!!!....
Ayer, contándole a Dor me dijo, estas loca? seguro que la piel te queda un poco pegajosa...
-No, no te imaginas cuanto queda suavecita, hasta creo que la seguiré usando!

Efectos colaterales? Creo que ninguno, excepto que al ser una crema limpiadora tendré la piel mas limpia que nunca!!, sin decir que nunca una crema funcionó tan bien como esta que en realidad no lo es...!
Y con este simpático error confirmo que a veces hago bien en no prestarle atención a las cremas!.. Y asi ahorro mucho mas que unas moneditas!

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