Monday, September 25, 2006
posted by marquiroga at 4:53 AM

Paso rapidamente por Verborragia y leo que el viernes fue OneWebDay, y sin saberlo antes, este fin de semana pensaba en mi historia on line que no tiene 10 años como la de Andres, pero casi los está por cumplir.
En el 97, después de comprarme mi segunda pc, una Compaq que parecía salida del espacio de la cual no encuentro ninguna foto on line, me sentí finalmente segura para lanzarme a la carrera de conquistar el espacio, y creo que desde ese momento, muchas de las cosas más importantes que me pasaron, fueron provocadas o al menos sembradas en ese intento de conquista.
Desde que empezó a sonar ese pit pittt del modem en el living de casa, ya nada sería lo mismo. La vieja Marcela cuyas curiosidades no iban mas allá de las noticias del diario local o los confines de la ciudad empezó a desaparecer para darle lugar a otra Marcela mas inquieta, y curiosa que eliminaba limites geográficos cada vez que podía.
Mi primer ataque lo tuve con los canales de chat desde junio del 97 y desde ahí me enamoré para siempre de la posibilidad de conocer personas y hacer amigos que no necesariamente vivieran a la vuelta de la esquina, compartieran la facultad, o fueran ex compañeros de la escuela. Asi nacieron algunas de las amistades más lindas que tengo como Nancy, que vivía en Los Angeles, o Rochi, otra que como yo, nunca sacó el enchufe de Internet, y con quien sigo en contacto.
Del chat del 97, una locura nocturna que duró unos dos años, pasé al ICQ, donde estarán guardadas horas de confesiones con Nancy
que tiempo después y gracias al mismo programita se convertiría en mi prima (prima prima de verdad con el mismo apellido). También desde acá empecé, un olvidado día del 2001 a intercambiar un "que hacés, donde estás" como tantos con alguien que estaba en Roma y que hoy comparte conmigo dos alianzas que son una, proyectos, sueños, una casa, y la responsabilidad de Lunita (nuestra terrible media dalmata), o sea Panini.
Con el trabajo, fui dejando un poco de lado ICQ, -muchas veces resultaba demasiado invadido de desconocidos-, para seguir siempre conectada, pero con el Messenger.
Llegada a Roma, soporté el período menos inquieto en la red, por culpa de mi nueva vida, siempre manteniendo el marquiroga (mail) al día con idas y venidas de respuestas.
Hasta que llegué hasta acá, a este pedacito pequeño en donde escribo de mi y continuo con el mismo espiritu del 97, conocer y conocer gente, alguno que quizás esta del otro lado del mundo, pero con quien en un modo es posible sentirse identificado.
Así, entre muchos otros conocí a Nico, que ahora puedo hasta llamar cuñado, a Sonia que me manda alfajores, y otros tantos.
Hoy, 9 años después, sigo online, cambie el marquiroga de hotmail por el de gmail, conservo el MSN, pero uso tambien Gtalk, e incorporé a la lista de infaltables Skype y Voip Stunt.
Paralelo a toda esta historia pasaron las respuestas a muchas de mis preguntas, casi siempre gracias a Google, las organización de casi todos mis viajes de mi vida (creo que gracias a Internet empecé a tener ganas de viajar y conocer), las lecturas decisivas antes de cada compra importante, los paseos, la emoción al ver como crecen Joaquín y los hijos de mis otras amigas, mi tratar de entender el mundo a través de La Nación,
Clarin, El Mundo, Repubblica, Corriere della Sera, entre otros o mi ciudad con La Voz., un poco de música, las ganas de leer un libro o de ver un film.
No se que hubiera sido de mi vida sin internet.. solo se que estoy contenta de haber nacido en un momento en el que era posible llegar a este "No limits" de conocimientos sin problemas.
Gracias a la red!


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