Ayer vino Dori desde Londres... un viaje relámpago porque estuvo en Roma menos de 24 horas.Su orden de prioridad (según propias palabras) era: 1. a ver a Luna, porque con ella no habla por telefono, ni chatea, ni nada; 2. a buscar las cosas que dejó, porque no entraban en las valijas que se llevó en marzo; y 3. (último) a ver a su hermanita, o sea quien escribe...
No obstante eso, le dediqué todo el sábado: fui a buscarla al aeropuerto a la mañana, de ahí derecho a desayunar un capuccino con cornetto en un bar, visita a su óptico romano, shopping de oportunidades menores en uno de los mercaditos extracomunitarios , paseo con Luna y cia. al parque donde nos tiramos a tomar sol, algunas compras mínimas de perfumeria y cena (super deseada) en una pizzeria, donde comió hasta explotar!.
El flash terminó a las 4:30 de la mañana cuando nos levantamos y me tocó acompañarla más de 50 km. hasta Fiumicino, aeropuerto alternativo desde el que partía porque Ciampino (que está mucho mas cerca) estaba cerrado por las delegaciones oficiales que llegaban para la misa de Benedict XVI!.
Viajó con todas las cosas que le quedaban en casa, más algunos regalitos tipo "pecorino" para Dani, un "amigo"..
Lo mejor, que disfruté un lindo sábado con mi hermanita. Lo peor, que Luna no le hizo a Dor ni la mitad de la fiesta que ella esperaba cuando la vió después de casi dos meses.
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