Joaquín, Mati y Maia.
Me reencontré con Laura (Esa Laura!). Conocí a su Mati. Ella a Maia.
Ellos jugaron, se divirtieron, se miraron y todo mientras nosotras -Lau y yo-, que un día fuimos protagonistas, nos pusimos del lado del espectador para mirarlos.
Y como tesoro de este viaje me llevo la sensación que esa amistad supera el tiempo y la distancia y hasta se refleja y continúa con ellos.
Labels: La Heredera, Mardevientos, Personal, Viajes