Mi deseo lo recuerdo aún era simplemente poder regresar a Florencia.
Y se cumplió no solo una sino tantas veces que ya perdí la cuenta.
Tantas que ahora paso por la plaza y hasta saludo el lechón diciéndole: gracias, volvi otra vez!
Este finde hicimos un viaje relámpago a Florencia para encontrarnos con amigos. Y no me alcanzaron la cena, el reeencuentro, las charlas. Estar otra vez a Florencia significaba tener que pasar si o si por el centro, por la Catedral, admirar la cupula,



Caminar con la maquina de fotos a cuestas esperando esa hora con el cielo azul en la que adoro sacar fotos.
Y de paso, como Roma no tiene mucho para mostrar, compré las postales para el proyecto buzón lleno! Para probar de nuevo la sensación de recibir correo que sea diferente a las boletas de servicios!
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