Desde hace años Dori me hablaba y hablaba de Pipa como un lugar estupendo, y alla fuimos a verlo con nuestros propios ojos.
Evidentemente, el período de furor turistico provocó muchos cambios en ese estupendo pueblito de pescadores que era hace 15 años y que ya casi no lo es mas. Hoy es una pequeña ciudad turística con todos los servicios posibles. Tiene todo lo que Jericoacoara no tenía: calles asfaltadas (mal, pero asfaltadas), autos, muchos muchos bares y restaurants, miles de posadas (hasta da la idea que practicamente las casas no existieran mas...).. Escuché a alguien que había vuelto después de 10 años decir: Que hicieron, antes desde acá se veía el mar, ahora solo se ven otras cosntrucciones! (que por suerte eran todas bajas)
A pesar de estos cambios, sigue siendo un lugar maravilloso. Las playas, excepto la central con una cantidad exagerada de bares y restaurants, continúan aun desiertas y bien protegidas del avance del hombre.
Es estos días nuestra vida consistió en despertarnos a las 7 de la mañana (solos, y sin ningun esfuerzo), super desayuno Brasil, y desde las 8 caminadas por kilómetors en las estupendas playas!. Con este ritmo, a las 14 no queríamos mas sol, y nos refugiábamos bajo algun bar solitario con una caipirinha y frutos de mar.
Entre las cosas mas lindas de Pipa no olvido el baño en la playa de los delfines, o Praia de los Afogados donce acepte un masaje al sonido del mar!
Aca algunas fotos... y perdonen que siga "rompiendo" con Brasil, pero este es, por ahora, mi diario de viaje!
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