Saturday, October 29, 2005
posted by marquiroga at 3:39 AM

Hace poco menos de un mes, volviendo de Toscana, llegamos con nuestra humilde y "atada con alambre" Micrina al peaje del final de la autopista. Era domingo a la noche y las filas te frenaban a no menos de 700 metros de las casillas de peaje. Extrañamente, la que manejaba esa vez era yo, mientras Max, tranquilo, aprovechaba para abrir la ventanilla y fumarse un cigarrillo.
Pasaron 20 minutos hasta que descubrimos que nuestra fila era una de dos que desembocaban en la misma caja (doble de tiempo o fila mas larga del resto), entonces pensé: pais civilizado (???) pasaremos uno y uno. Y asi fue, regla no dictada, pero regla de cortesia, hasta que me tocó pasar a mi...
Un señor con su familia en una jeep grande, muy grande, empezó a acercarse peligrosa y amenazantemente a la que, a este punto, era una pequeñísima hormiguita. Las manos de Max fuera de la ventanilla, apenas alcanzaban la altura de las ruedas de este elefante negro, todo brillante y limpito que estaba a menos de 5 cm de nuestra gris y llena de polvo Micrina.
A este punto, y ante el peligro de hacerle una rayita más al auto, toqué la bocina para indicar mi prioridad.
El "señor", tuvo la brillante idea de responderme con una frase infeliz si las hay, con un tono autoritario y una voz tan alta que no solo llegó a mis oídos sino también a los de los conductores de los autos que estaban detras del mio en la fila.

- Passo io o "ti monto sopra" (Paso yo o te paso por arriba)
Conociéndome (y tanto), la primera reacción de Max fue tratar de frenar mi instinto agresivo ante este tipo de frases...
Quien se creía este "señor", por estar manejando un cuatro ruedas mas grande que el mio? Vivimos en la jungla o en ciudades? El mas grande tiene derecho, por serlo se pasarte por arriba, pisoteandote la cabeza como un elefante a una hormiga?
Tuve suerte, este decía frases infelices, pero al menos no bajó del auto con un arma y me mató en lugar de dejarme pasar.
Y como recompensa por imaginarse poderoso al estar sentado en una gran jeep, no fui solo yo la que le dijo de todo, sino también los dos autos que estaban detras mío y llegaron a escuchar la genialidad de su respuesta. Asi, por creer de tener el derecho a pasar antes, lo dejaron al último!

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