Un día, (para ser exacta, un miercoles de semana santa), cuando estaba en 4to. -tenía 9 años- me enojé (no se con quien), y como la puerta de mi aula estaba junto a la puerta de salida de la escuela, tuve una ocurrencia maravillosa: salir corriendo, abrir la puerta 1 (la del aula, donde estaban maestras y compañeros) y salir para abrir la puerta 2 (la de la escuela a la calle) y escapar corriendo de la escuela camino a casa.
Atrás de la alumnita loca salieron corriendo no sólo mi maestra, sino directora, vice, y otras más (desesperadas pobrecitas ellas también), y me alcanzaron en la esquina.
Recuerdo que poco después llego mamá, y le dijeron que mejor me llevara a casa, sin antes decirme que podía estar tranquila, que no llorara más, que por 4 días no tenía que volver a la escuela.
A veces, cuando llega el miercoles anterior a Pascua, me acuerdo de esto... y siempre me pregunto cuánto mal me sentía en esa escuela!
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