Escapé de lo que pensaba era el país de las bananas y vine a lo aparentaba ser un país civilizado.
No tardé en darme cuenta que probablemente muchos de los mayores defectos históricos argentinos estaban justamente en este país con forma de bota: corrupción, burocracia ilimitada, irresponsabilidad social..
No bastaron estos cuatro años de sorpresas de actualidad política que iban más allá del límite de lo soportable: un primer ministro que hace campaña de frente a camaras de tv (de su propiedad) el mismo día de las elecciones; el mismo primer ministro que viola todas las reglas de iguales oportunidades en los medios a los candidatos gracias a canales de tv propios, un primer ministro con causas judiciales abiertas que cambia las leyes por decreto para evitar terminar en prisión o que trata de nazista a su par alemán en una reunión del parlamento europeo, y tantas otras cosas más.
Pero esta semana vi lo poco que me faltaba...
Un candidato, (y qué casualidad, el mismo primer ministro!!) que dice, y con orgullo, "coglioni" (boludos o gilipollas) a quienes no están dispuestos a votarlo, que trata de infames a los jueces (quizás los mismos que lo dejaron libre en muchas de sus causas), que asume de haber llamado a las hot-lines para hacer una encuesta de voto entre las "telefonistas"...
Qué más puedo esperar?
Hoy pensaba a un lejanísimo episodio en las elecciones argentinas del 83 cuando un candidato perdido, Herminio Iglesias, quemó un cajón de la UCR en un acto político de cierre de campaña. Le bastó esa - que hoy me animo a llamar- insignificante escena, para ser eliminado definitivamente de la escena política argentina...
Y hoy veo esto en un país civilizado, en boca de uno que no es un candidato perdido, sino nada menos que un primer ministro...
Ahora aseguro que soy una cogliona, me escapé de lo que, creia, era un país bananero, y terminé en lo que de verdad es un país bananero!!!.
El destino me persigue...!!
Gracias Berlusconi per recordarmelo!!
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